Hay una
serie de técnicas que ayudan a mejorar y a rentabilizar el estudio; no son, en
modo alguno,
infalibles, ni tampoco imprescindibles para todos. Cada persona deberá, en todo caso,
primeramente conocerlas, y, después, elegir aquellas que mejor se adapten a su forma
de aprender y retener los contenidos, e, incluso, «adaptarlas» o «inventar»
nuevas maneras
de llevarlas a la práctica. Lo importante es que nos sean útiles, que nos sirvan para
aprender mejor.
SUBRAYAR:
El
objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto.
Posteriormente, al leer únicamente lo subrayado se puede recordar el contenido
de dicho texto.
Las
principales teorías psicológicas de la percepción humana fundamentan esta
técnica, ya que está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor
aquellas cosas que se resaltan
¿Por qué es
conveniente subrayar?
· Porque llegamos con rapidez a la comprensión de la
estructura y organización de un texto.
· Ayuda a fijar la atención
· Favorece el estudio activo y el interés por captar lo
esencial de cada párrafo.
· Se incrementa el sentido crítico de la lectura porque
destacamos lo esencial de lo secundario.
· Una vez subrayado podemos reparar mucha materia en poco
tiempo.
· Es condición indispensable para confeccionar esquemas y
resúmenes.
· Favorece la asimilación y desarrolla la capacidad de
análisis y síntesis.
¿Qué debemos
subrayar?
· La idea principal, que puede estar al principio, en medio
o al final de un párrafo.
· Palabras técnicas o específicas del tema que estamos
estudiando y algún dato relevante que permita una mejor comprensión.
· Para comprobar que hemos subrayado correctamente podemos
hacernos preguntas sobre la materia y sí
las respuestas están contenidas en las palabras subrayadas entonces, la técnica
esta bien realizada.
¿Cómo
detectamos las ideas más importantes para subrayar?
· Son
las que dan coherencia y continuidad a la
idea central del texto
· En
torno a ellas giran las ideas secundarias
Errores más
comunes en el subrayado
· Subrayar antes
de haber realizado una lectura completa. Suele conllevar un subrayado en el que no se
aprecie la diferenciación de ideas principales y secundarias.
· Subrayar en
exceso, no solamente las palabras clave. Esto no nos ayuda, puesto que a la hora de hacer una
síntesis tenemos nuevamente que leer todo lo subrayado y hacer entonces el
análisis que no hicimos anteriormente. Por tanto, no es conveniente abusar del subrayado; debemos
limitarnos a las palabras clave o, como mucho, frases clave.
En lo personal esta técnica es la que mas utilizo, me parece muy útil y sencilla.
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